No tenia intención de escribir nada sobre Santamaría ya que reconozco que le tenía bastante paquete pero ayer en el aeropuerto de Barcelona cuando me disponía a subir a el avión para dirigirme a San Sebastian me di cuenta de que iba a volar con 9 estrellas Michelin, dos más que las que tenia Santi. El ir acompañado durante el viaje por grandes autoridades de la Nouvelle Cousine como son Arzak, Berasategui y Subijana me hizo cambiar de opinión.
Al final ¿yo no soy un gran apasionado de la cocina y de la gastronomía? ¿Porqué no dar un último adiós a un gran cocinero que ha aportado su pequeño grano de arena para que España sea reconocida como una gran potencia gastronómica a nivel mundial?
Reconozco que a pesar de que nunca me ha llamado su atención, siempre me gustó de él la manera que tuvo de plantar cara a la REVOLUCIÓN ADRIÀ. Supo trasmitir sus ideales, cariño y pasión por la gastronomía y esto es muy grande.
NO HEMOS PERDIDO 7 ESTRELLAS MICHELIN, HEMOS PERDIDO UN ESTRELLÓN.
Que en paz descanse...
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