Este verano esta dando mucho de si y la verdad es que estoy muy contento de ello. Hoy quiero presentaros mi último descubrimiento: La Nao, un museo privado ubicado en Sant Andreu de Llavaneres, en la provincia de Barcelona y a media hora de la ciudad condal que ha abierto sus puertas hace menos de tres meses.
La Nao nace como museo después de que el arquitecto Erik Morvan y su mujer la escultora Sabine , matrimonio francés que decide escapar del barullo de la ciudad de la luz para buscar la tranquilidad y el desasosiego del mediterráneo catalán y después de darse cuenta que su pequeño refugio era fuente de admiración de revistas dedicadas al arte y después de servir de espacio para el rodaje de muchísimos anuncios de televisión.
Los 1800 metros cuadrados que forman la casa están divididos en zonas privadas e íntimas y en zonas abiertas al público y que permiten disfrutar de excelentes vistas al mar. La casa cuenta con un taller de pintura y escultura, un estudio de arquitectura y la casa de los propios dueños y artistas.
Los materiales que se han utilizado para la construcción del edificio han sido el vidrio, hormigón y el metal.
Además, como particularidad del edificio, el museo se encuentra a nivel de la piscina, con una vista infinita al mar y es atravesado por ríos interiores y plantaciones de árboles exóticos. Puertas creadas a partir de cristal y metal, escaleras que sirven de conexión con el interior y el exterior y un espacio polifacético como consecuencias de pasarela curvilíneas. Otra cosa que llama la atención del visitante son las aperturas en las paredes, como ojos que dejan penetrar la luz dentro del edifio.
La Nao, un museo diferente donde se funden arte y arquitectura y donde admirar lo mejor de la creación contemporanea. Además, durante tu visita, si te gusta alguna de las obras de las que están expuestas podrás hacerte con ella porque están a la venta. Otra de las cosas interesantes es que se pueden alquilar los diferentes espacios para reuniones de empresa en un entorno singular y maravilloso.
Este verano esta dando mucho de si y la verdad es que estoy muy contento de ello. Hoy quiero presentaros mi último descubrimiento: La Nao, un museo privado ubicado en Sant Andreu de Llavaneres, en la provincia de Barcelona y a media hora de la ciudad condal que ha abierto sus puertas hace menos de tres meses.
La Nao nace como museo después de que el arquitecto Erik Morvan y su mujer la escultora Sabine , matrimonio francés que decide escapar del barullo de la ciudad de la luz para buscar la tranquilidad y el desasosiego del mediterráneo catalán y después de darse cuenta que su pequeño refugio era fuente de admiración de revistas dedicadas al arte y después de servir de espacio para el rodaje de muchísimos anuncios de televisión.
Los 1800 metros cuadrados que forman la casa están divididos en zonas privadas e íntimas y en zonas abiertas al público y que permiten disfrutar de excelentes vistas al mar. La casa cuenta con un taller de pintura y escultura, un estudio de arquitectura y la casa de los propios dueños y artistas.
Los materiales que se han utilizado para la construcción del edificio han sido el vidrio, hormigón y el metal.
Además, como particularidad del edificio, el museo se encuentra a nivel de la piscina, con una vista infinita al mar y es atravesado por ríos interiores y plantaciones de árboles exóticos. Puertas creadas a partir de cristal y metal, escaleras que sirven de conexión con el interior y el exterior y un espacio polifacético como consecuencias de pasarela curvilíneas. Otra cosa que llama la atención del visitante son las aperturas en las paredes, como ojos que dejan penetrar la luz dentro del edifio.
La Nao, un museo diferente donde se funden arte y arquitectura y donde admirar lo mejor de la creación contemporanea. Además, durante tu visita, si te gusta alguna de las obras de las que están expuestas podrás hacerte con ella porque están a la venta. Otra de las cosas interesantes es que se pueden alquilar los diferentes espacios para reuniones de empresa en un entorno singular y maravilloso.
