En mi última visita a Irlanda he podido visitar una de las costas más bonitas y salvajes que he visto en mi vida. Sin duda os estoy hablando de CLIFFS OF MOHER. Rabiosa, escandalosa, amenazante son solo algunos adjetivos que se pueden utilizar para describir este pequeño paraíso. Después de una húmeda y fría visita a esta joya de la naturaleza ¿que mejor que calentar el cuerpo con una espumosa Guinness y una sopita calentita con brown bread (pan típico de irlanda) en un cercano pub?
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